DE LA ARQUITECTURA VERNÁCULA A LA ARQUITECURA CONTEMPORÁNEA. DISEÑO, RECURSOS, MATERIALES, EFICIENCIA Y SOSTENIBILIDAD

Proyecto (B715) 2023/2026

Directora: GRAMAJO, PATRICIA – patrigramajo@gmail.com
Co-directora: CASTELLANOS MURGA, MARÍA DE LOURDES – lcastellanos@hotmail.com

Integrantes:
ARIAS, LUCÍA ELIZABETH-ely_arias@hotmail.com
OCÓN, MARÍA EUGENIA-eugee.ocon@hotmail.com
TORANZOS ASTORGA, MARCOS ESEQUIEL-marcostoranzos@gmail.com
VAZQUEZ OLID, FACUNDO-facuvazq94@gmail.com

Resumen: Podemos advertir que las estrategias utilizadas por el mundo animal para la configuración de sus cobijos se asemejan a las del hombre a la hora de construir e imaginar nuevos espacios habitables. La arquitectura vernácula representa la arquitectura que se diseña en consonancia con el territorio en el que se encuentra y con sus habitantes. Las estructuras de la misma se construyen con los recursos que posee la región en la que se construyen. Como resultado, estos edificios resisten muy bien las condiciones climáticas de la región. El estilo de la arquitectura propia de un lugar se nutre de materiales locales, técnicas y soluciones constructivas particulares. Se enfoca en las necesidades específicas de una región, teniendo en cuenta el clima, los conocimientos, la disponibilidad de materiales de construcción y las tradiciones locales. Este tipo de arquitectura está estrechamente relacionada con la sustentabilidad. Esta arquitectura está influenciada por una amplia gama de aspectos, desde el comportamiento humano hasta el medio ambiente, lo que da como resultado muchas formas diferentes de edificios para casi todos los contextos. La arquitectura contemporánea está marcada por diferentes influencias y reúne un conjunto de características y tendencias, que revelan la mezcla de diversas preferencias como la moderna y la posmoderna, en un comportamiento definido como pluralismo. Destacan las casas o edificios con formas irregulares, inusuales, plantas abiertos, grandes ventanales y el atractivo del uso de materiales reutilizables. Así, irónicamente, la arquitectura que en el inicio del siglo XX pretendía ser, y se presentaba, como solución arquitectura o revolución, decía Le Corbusier se mira al final de ese siglo como parte integrante del problema. La humanidad percibió el agotamiento y la limitación de los recursos del planeta, siendo hoy demasiado obvio que el mito del desarrollo infinito se desmoronó, quedando en su lugar la opresiva percepción de una crisis irresoluble. Todavía no se puede decir que los arquitectos modernos no estuviesen atentos a esa realidad, sin detenerse sobre la percepción de la ecología, veían la necesidad de una cualidad ambiental, en un mundo que cambiaba rápidamente y para el cual la creciente deshumanización de las grandes ciudades no ofrecía respuesta, y más aún, en el primer tercio del siglo XXI seguimos buscando esa respuesta de sostenibilidad.